viernes, 7 de agosto de 2015

El final de un gran susto


A tod@s l@s amig@s de Luna Canicross, les hago saber lo siguiente de su parte...

Buenas noticias. A Luna Canicross ya le dieron el alta. La inflamación del cuello, que era el último vestigio de un gran susto, terminó cediendo. Ya se puede considerar curada.

No quisiera que nadie pasara con su mascota por lo mismo. Por eso, ahora con calma, comento cómo fue todo. El accidente ocurrió como muchos, de la forma más tonta e inesperada. Jugaba en el parque con mi hija Miriam. A uno de sus juegos favoritos y aparentemente inocentes: yo te tiro el palo y me lo traes. De siempre ha tenido el vicio de jugar con palitos y ramas. Ella misma los elige. Como muchos perros por no decir todos.

En una de esas idas y venidas, pilló el palo a contrapelo. Un extremo quedó anclado en el suelo y el otro en el interior de su boca. Ella siempre los coge por el centro. Con la fuerza que llevaba en la carrera, el palo quebró rasgándole el paladar. De inmediato se quedó como atontada. Empezó a sangrar abundantemente y a respirar mal, al punto de llegar a desplomarse. Se desmayó. A Miriam, que estaba sola, casi le da algo. Me llamó nada más ocurrir. Isabel y yo, trabajando... Ana, la mayor no estaba a mano.

Calmé a Miriam como pude por teléfono. La di instrucciones para que fuera al Veterinario lo antes posible. Reaccionó muy bien dadas las circunstancias. Minutos después, me volvió a llamar. Luna se recuperó un poco a base de caricias pero se quejaba al acariciarle la parte del cuello. Esto, con el añadido de que vomitó la sangre que había tragado al poco de ponerse a andar. Sabemos lo escandalosa que puede ser la sangre. Como pudo, llegaron a la Clínica donde la atendieron rapidísimo.

Bastaron un par de radiografías para revelar que un fragmento del palo de unos cinco centímetros se quedó alojado en la tráquea. El cuello se infamó de forma inmediata, pero al menos no le impedía respirar. Esa fue la noche que pasé con ella y sus dolores. No tenían medios para extraer ese fragmento y se quedó en que al día siguiente en la otra Clínica que tienen, por medio de endoscopia se lo extraerían. Y así fue. Por suerte no hizo falta pelear mucho para sacarlo. No estaba muy profundo. Además, parte de él lo expulsó ella misma por la noche. Parte, pero no todo.

Con todo esto quedó eliminado el problema. Hubo suerte. Mucha suerte. Y un gran equipo de profesionales que actuó rápida y eficazmente.
Eliminado el problema y aprendida la lección. Jugar con palos puede no ser tan divertido. Puede ser incluso hasta peligroso. Luna no volverá a jugar con palitos. Eso se acabó. Hay mejores cosas con las que jugar. Pelotas de tenis... de goma... el frisby que también se le da bien... Cualquier cosa menos palitos.

De su parte, lametones para tod@s. Y que estéis tranquil@s que ya corretea y juega como siempre. Es fuerte. Lo ha demostrado una vez más.

Y de mi parte... Muchísimas gracias a tod@s. No tuve tiempo antes para contar esto y lo hago ahora que puedo.

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